Conocernos a través de los objetos
DÍA 129
Ya de vuelta en casa, aprovecho los días que tengo antes de volver a trabajar para hacer un nuevo decluttering.
Hace 3 años que leímos "La magia del orden" y luego "La felicidad después del orden". Fue una excelente puerta de entrada al estilo de vida minimalista.
Para los pocos que todavía no saben en que consiste el método KonMarie, se trata de organizar, de una vez, toda tu casa a fin de poder ordenar tu vida conociéndonos a través de nuestras objetos. Lo haces, categoría por categoría, empezando por: las prendas de vestir, luego los libros, seguido por los papeles , los artículos a los que llama komono (art. pequeños, de cocina, cables, electrónica, etc.) y por último ,cuando llevas probablemente meses en el proceso, los objetos con valor sentimental.
Primero se debe desechar lo que no te inspira felicidad, luego buscarle una "casita" dónde el objeto conservado se sienta feliz y valorado e incorporar el hábito del orden que nos brindará, como fin último, paz interior.
Debo reconocer que no hicimos bien los deberes, a la vez, mezclamos otros métodos... así que todavía estamos en proceso. Creo que por eso me embarqué en éste reto de 365 días, con la esperanza de llegar a puerto.
Mientras acomodo mi ropa me doy cuenta que a mis prendas les gusta
estar colgadas, y a mi me "Spark Joy" tener, al menos,
la mayoría de ellas en perchas. Entonces grité: ¡Desafío a Marie Kondo!
Los cajones que tengo no son lo suficientemente altos y, como a veces recibo ayuda en casa, no puedo estar evangelizando sobre cómo doblar la ropa a todo el mundo. Por este motivo solo las remeras, jeans y ropa más deportiva quedó en el cajón.
Además el método se basa en abrazar la prenda y que la emocionalidad decida. Lamentablemente ,a veces, por mucho que ame una prenda, mi cuerpo cambia año a año y debo tener eso en cuenta. También, como escribí en el blog del proyecto 333 (Click aquí), a veces mi día a día no es tan fantástico, y preciso quedarme con algunas prendas más útiles que bellas. Igual voy a tener en cuenta, cuando reponga éstas prendas, ambos parámetros.
Durante este año también me pasó que dejé ir alguna que otra cosa, y al necesitarla, nuevamente, nos acordamos de Marie Kondo no muy amistosamente.
De todas formas, escucho y leo muchas críticas al método, e inclusive a ella. En casa la seguimos todos. Leer el libro en familia y ver la serie en Netflix nos sirve y nos motiva a seguir avanzando.
Por eso, lean el libro, arranquen y luego háganle los cambios que más se adapten a su familia, a sus tiempos y a sus espacios.
De todas formas, Marie Kondo no es minimalismo (y ese es otro tema), sino que es un buen principio.
Foto:
Ya de vuelta en casa, aprovecho los días que tengo antes de volver a trabajar para hacer un nuevo decluttering.
Hace 3 años que leímos "La magia del orden" y luego "La felicidad después del orden". Fue una excelente puerta de entrada al estilo de vida minimalista.
Para los pocos que todavía no saben en que consiste el método KonMarie, se trata de organizar, de una vez, toda tu casa a fin de poder ordenar tu vida conociéndonos a través de nuestras objetos. Lo haces, categoría por categoría, empezando por: las prendas de vestir, luego los libros, seguido por los papeles , los artículos a los que llama komono (art. pequeños, de cocina, cables, electrónica, etc.) y por último ,cuando llevas probablemente meses en el proceso, los objetos con valor sentimental.
Primero se debe desechar lo que no te inspira felicidad, luego buscarle una "casita" dónde el objeto conservado se sienta feliz y valorado e incorporar el hábito del orden que nos brindará, como fin último, paz interior.
Debo reconocer que no hicimos bien los deberes, a la vez, mezclamos otros métodos... así que todavía estamos en proceso. Creo que por eso me embarqué en éste reto de 365 días, con la esperanza de llegar a puerto.
Los cajones que tengo no son lo suficientemente altos y, como a veces recibo ayuda en casa, no puedo estar evangelizando sobre cómo doblar la ropa a todo el mundo. Por este motivo solo las remeras, jeans y ropa más deportiva quedó en el cajón.
Además el método se basa en abrazar la prenda y que la emocionalidad decida. Lamentablemente ,a veces, por mucho que ame una prenda, mi cuerpo cambia año a año y debo tener eso en cuenta. También, como escribí en el blog del proyecto 333 (Click aquí), a veces mi día a día no es tan fantástico, y preciso quedarme con algunas prendas más útiles que bellas. Igual voy a tener en cuenta, cuando reponga éstas prendas, ambos parámetros.
Durante este año también me pasó que dejé ir alguna que otra cosa, y al necesitarla, nuevamente, nos acordamos de Marie Kondo no muy amistosamente.
De todas formas, escucho y leo muchas críticas al método, e inclusive a ella. En casa la seguimos todos. Leer el libro en familia y ver la serie en Netflix nos sirve y nos motiva a seguir avanzando.
Por eso, lean el libro, arranquen y luego háganle los cambios que más se adapten a su familia, a sus tiempos y a sus espacios.
De todas formas, Marie Kondo no es minimalismo (y ese es otro tema), sino que es un buen principio.
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Me viene barbaro volver al tema orden. Estos últimos días logré ordenar una habitación de mi casa, después de todo un año de pura intención y nada de acción. Por lo que me siento más que feliz. Todos estos tips de ayuda me son muy útiles y motivadores.
ResponderEliminarEnhorabuena!! Siii, cuando tenemos esos momentos de inspiración hay que aprovecharlos. Éxitos!
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