No me digan Licenciada.

Hace algunos años en mi tablero de visión, junto con la casa en el campo y los frascos llenos de pinceles había un enorme cartel que decía: Lic. Carola Zabala Corrado. Y tanto mi familia, como yo, hacíamos enormes sacrificios para ir por esa meta.
Un día, luego de pasar horas estudiando algo que no me motivaba o evaluando cuántas acuarelas podía pagar con el dinero de esos libros que no me interesaban leer me pregunté:¿Por qué continúo estudiando ésa carrera? ¿Qué busco obtener a través del titulo? ¿Es mío el sueño, o es un sueño heredado de mi familia, para la que ser alguien en la vida era tener un título?

Fui criada en una familia conservadora donde el camino al saber era academicista y el camino al ser era a través del hacer.
Me acerqué al tablero y suavemente, reconciliándome con los años  perdidos, recordando personas y experiencias, inclusive mi reencuentro con el arte, despegué el cartel. Automáticamente me sentí más liviana.
Igual, no crean que ésas decisiones salen gratis, son 40 años de la voz en tu cabeza diciéndote si estás segura o si no te vas a arrepentir en el futuro.
Siempre me definí como una persona que buscaba algo, aunque no sabía muy bien qué.
Un sentido, algo más elevado, no es religión, aunque está bastante ligado a la espiritualidad.
Pero no me mal interpreten. No incito a que abandonen los estudios. Sino a que se replanteen el motivo por el cuál estudian.
Las propuestas educativas son, en cierta medida, también servicios que se ofrecen  para satisfacer necesidades de estima.
No necesitas ser Licenciado o Doctor. Ser Persona es tu mejor Titulo y te recibiste ni bien llegaste a este mundo.

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