Oh my Goods!

Cuando pienso en cuantas cosas tengo, me siento pesada. Hace 20 años que dejé de comprar compulsivamente y un par más en que soy compradora consciente... pero ¡cuantas cosas aún quedan de mi antigua vida!

10 años, 4 mudanzas y esas cajas con viejos tesoros se siguen trasladando de un hogar a otro mirándome desde su tupper o caja de cartón llena de polvo.

Cuando la ropa no es el problema, cuando el komono* supera ampliamente todas tus cosas... ¿por dónde empezar?

A veces arranco con alguna caja, pero es tan variado el contenido que la energía se disipa y me hundo en la frustración. Otras veces encontramos cosas que nos lleva a contar historias, mostrarle a nuestra hija quienes fuimos en el pasado y qué aventuras tuvimos antes de convertirnos en mamá y papá.

Y ahora me pregunto ¿si me llevó tanto tiempo el juntar todas estas cosas, no sería una buena idea que no me presione para terminar de ordenarlas o de darle su veredicto y sacarlas de mi vida? Quizás encontrarlas, las charlas, los recuerdos son parte del proceso.

Sabiendo a donde queremos ir, el cómo se transforma en un viaje que vale la pena disfrutar.

*komono: Artículos pequeños, objetos varios; accesorios; aparatos o herramientas pequeñas; partes o aditamentos; nimiedad.

Foto:

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